Historia de la Pizza Napolitana

La pizza napolitana tiene una larga historia que se remonta a la antigua ciudad de Nápoles, Italia.
Los orígenes de la pizza napolitana se encuentran en la antigua Roma, donde se consumía una especie de pan plano conocido como «picea». Sin embargo, fue en Nápoles donde esta preparación evolucionó y se convirtió en lo que conocemos hoy en día como pizza.
A principios del siglo XVI, los tomates fueron llevados a Europa desde América. En Nápoles, los tomates se combinaron con el pan plano, creando una nueva y deliciosa combinación. La pizza en su forma primitiva, conocida como «pummarola e’ pizza», consistía en pan plano cubierto con tomate y aceite de oliva.
A finales del siglo XIX, la pizza napolitana se popularizó aún más gracias a la visita del rey Umberto I y la reina Margherita a Nápoles. Se dice que la reina Margherita expresó su gusto por la pizza, y el pizzero Raffaele Esposito creó una versión especial en su honor. Esta pizza llevaba los colores de la bandera italiana: tomate (rojo), mozzarella (blanco) y albahaca (verde), y fue bautizada como «Pizza Margherita».
A medida que Nápoles crecía y se industrializaba, muchos napolitanos emigraron a otros países, llevando consigo su tradición culinaria. A partir del siglo XX, la pizza napolitana se extendió por todo el mundo, especialmente en Estados Unidos, donde se establecieron numerosas pizzerías napolitanas.
En 2017, la pizza napolitana fue reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO. Este reconocimiento subraya la importancia cultural y la tradición arraigada de la pizza napolitana en la sociedad italiana y en todo el mundo.
¿Por qué el borde se ve quemado?

El efecto de «leopardado» en la pizza napolitana se refiere a las manchas oscuras y carbonizadas que se forman en la superficie de la masa durante la cocción. Este patrón es considerado deseable y distintivo en las pizzas napolitanas auténticas. Hay algunas razones que explican el origen del leopardado:
Temperatura alta: Las pizzas napolitanas se cocinan a temperaturas extremadamente altas, generalmente entre 800°F (427°C) y 900°F (482°C). El horno de leña utilizado en la cocina napolitana tradicional proporciona un calor intenso y directo. Esta alta temperatura provoca que el azúcar y las proteínas presentes en la masa se caramelicen rápidamente, creando las manchas oscuras características del leopardado.
Tiempo de cocción corto: Las pizzas napolitanas se cuecen a una velocidad muy rápida, generalmente entre 60 y 90 segundos. La masa se coloca en el horno de leña caliente y, debido al corto tiempo de cocción, no hay tiempo suficiente para que todas las partes de la pizza se cocinen uniformemente. Esto resulta en una combinación de áreas más oscuras y carbonizadas con otras menos cocidas, lo que crea el patrón de leopardado.
Tipos de harina: La pizza napolitana auténtica se elabora con harina de trigo tipo «00», que es muy fina y tiene un alto contenido de gluten. Esta harina permite que la masa se expanda y se infle rápidamente durante la cocción a alta temperatura. El leopardado también puede ser el resultado de cómo el gluten se carameliza y se quema en ciertas áreas de la masa debido al calor intenso.
El efecto de leopardado no solo es apreciado estéticamente, sino que también agrega sabor a la pizza napolitana. Las áreas carbonizadas y ligeramente quemadas pueden tener un sabor tostado y ahumado que complementa los demás ingredientes de la pizza.